
La Historia Naturae es una obra enciclopédica que describe y clasifica por categorías la flora y fauna de América del Norte y del Sur, y en particular la de México. Si bien la historia natural del Nuevo Mundo había sido ya objeto de descripción en relatos de viaje anteriores y en manuales que identificaban y explicaban el valor medicinal de las plantas de la región, la Historia Naturae de Nieremberg constituyó el primer intento por organizar sistemáticamente la información; además, son muchas las especies ahí descritas por primera vez. La obra se valoraba muy particularmente por indicar los nombres indígenas de plantas y animales, aparte de ofrecer extensa información sobre los ritos y costumbres de las culturas autóctonas.
- Tapa del libro: Historia Natural, Especialmente la Extranjera, Dividida en Dieciséis Libros
- El ocotocli u ocotochtli (ocelote)
- Animales de bolsa ventral, llamados «tlaquatzines» o «tlacuaches»
- Animales con armadura
- Los conejos de Nueva España
- La vizcacha o viscacha
- El coyote (zorro de indias)
- El Animal sin nombre
- La comadreja de montaña
- Cercopitheci («monos de cola larga»)
- La vicuña
- El gorrión de pico largo
- Otro Xochitenacatl
- Pájaro manucodiata / ***sin traducción***
- El zambullidor americano o ártico
- El emú
- El pájaro de fragata o rabihorcado (que significa «de cola bifurcada»)
- El Manatí
- Una especie de tiburón
- El pez sierra
- La caza de ballenas
- Gigantes de las profundidades
- La Señora de las Serpientes
- La madre de las hormigas, o tzicatlinan / ***sin traducción***
- El cocotero
- La granadilla
- El árbol triste
- La mimosa
- El teomatl, indicator de vida o muerte
- El ayohtli, o calabaza de Indias
- La tuna [o «pera espinosa»]
Tapa del libro: Historia Natural, Especialmente la Extranjera, Dividida en Dieciséis Libros
Historia Natural, Especialmente la Extranjera, Dividida en Dieciséis Libros
por
Johann Eusebius Nieremberg
Profesor de Fisiología de la
Real Academia de Madrid
Amberes: Officina Plantiniana Moreti, 1635
Capítulo Primero
El ocotocli u ocotochtli (ocelote)
Voy a darles aquí la descripción de un maravilloso (si bien rapaz) monstruo, que en ocasiones da la impresión de docilidad, pero que une a su gran fuerza en su pequeño cuerpo un poderoso veneno, el cual sin embargo no es dañino a todos. Los españoles lo llaman (erróneamente) «conejo de pinar», en tanto que los indios lo llaman «ocotocli». Es del tamaño de un galgo, de cuerpo fuerte, bajo y esbelto, orejas pequeñas y cara como la de un gato o león. Sus ojos son vivaces y de iris roja. Tiene patas firmes que terminan en uñas curvas. Su piel es color rojizo en el dorso y blanquecino en el vientre, en tanto que el resto del cuerpo es ceniciento, cubierto de manchas negras. De nariz y cola cortas, lengua áspera y aullido débil, es de velocidad asombrosa. Habita las montañas de Tetzococam, donde caza venados y otras criaturas semejantes y, en ocasiones, hasta hombres. El veneno de su lengua es tan poderoso que si lame o aun toca levemente los ojos de su presa, resulta de inmediato mortífero. Cubre el cuerpo de su presa con hierba o paja antes de treparse a un árbol cercano, donde acecha.
Capítulo Cuatro
Animales de bolsa ventral, llamados «tlaquatzines» o «tlacuaches»
Los indios dan a una especie de estos animales el nombre de «tlaquatzin» o «tlacuache», aunque también les aplican otros nombres. En el libro Description of Virginia (Descripción de Virginia), de Hamor, se le llama zarigüeya. En Brasil y las Molucas se encuentran especies semejantes, aunque la primera que aquí se describe es de la Florida y la región llamada Darién. Por su forma y tamaño se asemeja a un perro chico, y mide unos 45 cm. (18 pulgadas) de largo. De cabeza pequeña, su hocico es largo, esbelto y desprovisto de pelo. Sus delgadísimas y suaves orejas son casi translúcidas. La piel consta de pelo blanco y largo, de puntas negras u oscuras. La cola es lisa, de unos 45 cm. (18 pulgadas) de largo, de aspecto casi culebrino y con punta blanca.
Se vale de la cola para sujetar su presa. Sus patas y cuerpo son como los de un tejón. La hembra pare cuatro o cinco pequeños de una vez (a veces hasta siete o más) y los lleva en su bolsa ventral, cerca de sus mamas. La bolsa casi desaparece entre su piel. Es de ojos pequeños, negros, vivos y saltones. Trepa árboles.con rapidez asombrosa y a veces se esconde en cuevas. Se alimenta de los animales de su entorno, matándolos como hacen los zorros y comadrejas para luego chuparles la sangre. Por lo demás, es un animal sencilllo e inofensivo. Una de sus astucias es la de hacerse el muerto cuando es perseguido por cazadores, pero cuando los incautos se le acercan, los muerde.
Capítulo Seis
Animales con armadura
Hay en las Indias diversas especies de estos animales, que llevan distintos nombres. . . El más notable se denomina «armadillo», si bien los indios lo llaman «aiatochtli», que significa «conejo de calabaza (o güiro)». Su armadura consta de una serie de placas movibles unidas entre sí. Tiene el tamaño de un perro maltés, patas pequeñas, y hocico corto de punta plana. Las orejas son como de ratón pero más largas y la cola es larga, lisa y articulada, también cubierta de placas duras. El vientre es blanquecino y cubierto de una piel casi humana, con algunas cerdas finas y largas. Al cazar hormigas se introduce el extremo de la cola en la boca de modo que las hormigas, al avanzar, pasan directamente a alimentarlo.
Cuando necesita escaparse rápidamente, el animalito se hace una bola y se aleja rodando.
Su caparazón, hecho polvo, sirve para curar la sífilis.
Capítulo Siete
Los conejos de Nueva España
Hay en Nueva España ocho especies de conejos:
- El pactli, o «español»
- El eliztactochli, o «de pecho blanco»
- El tuitlatepolli, o «rabicorto»
- El tocanthoctli (del Perú), semejante al topo mexicano.
- El quauhtochtli
- El metochtli
- El cacatochtli
- El tuitlatepolli (otro, distinto al número 3)
Todos se parecen. Como alimento, su carne es más dura y menos agradable que la de los conejos nuestros.
Capítulo Nueve
La vizcacha o viscacha
Es una especie de liebre de larga cola, como la del gato. La vizcacha gusta de la nieve, y su pelaje es tan útil como valioso.
Capítulo Diez
El coyote (zorro de indias)
Los indios llaman «coyotl» (coyote) a cierto tipo de zorro. Es animal desconocido en el Viejo Mundo, con cabeza parecida al lobo, ojos grandes, pálidos y vivaces, orejas pequeñas y puntiagudas y hocico largo. Tiene garras gruesas y curvas, y cola larga y gruesa. Se asemeja al zorro nuestro (con el cual pudiera estar emparentado) y su tamaño es a medias entre éste y el lobo. Caza cerdos y ciervos, y se dan casos en que mata seres humanos. Su pelaje es largo y moteado. Es cazador astuto y, si otro animal le roba la presa, es capaz de reconocerlo días después y atacarlo.
Se le encuentra en muchas partes de Nueva España, sobre todo en lugares de clima frío.
Capítulo Doce
El Animal sin nombre
Se desconoce el nombre que le dan los indios a este animal. Es muy peludo, de cola como la de un zorro, color oscuro, melena en la vejez, orejas pequeñas y cara como la de un ser humano. Es de hocico grueso y terrible aliento. Es hábil y astuto y se alimenta de animales más débiles, como el temible predador que es.
Capítulo Cuarenta y tres
La comadreja de montaña
Los indios de Nueva España llaman a la comadreja de montaña «quauhpectli». Mide unas dieciocho pulgadas (cuarenta y seis cm.) de largo, con hocico largo, delgado y respingado. El pelaje es blanquecino por el vientre y negro en el resto del cuerpo, con una raya oscura por el espinazo. Las patas son negras, con uñas curvas. Es fácil de domar y muy voraz, ya que come cualquier cosa que se le ofrezca, si bien su propia carne no es comestible. Es animal tranquilo y juguetón, pero agrede a los extraños.
Capítulo Cuarenta y cuatro
Cercopitheci («monos de cola larga»)
Hay en las Indias abundantes especies de monos, que difieren en tamaño, costumbres y color. Los mexicanos los llaman «ocumatli» («ozomahtli» en el náhuatl normal). Vienen en todos los tamaños, formas y colores imaginables. El animal es remilgado. Se alimenta de frutas y huevos de ave. Muchos se toman y comen su propio orine y excremento. Si ven a un ser humano solo, muchas veces bajan a tierra a jugar con él. En los árboles, saltan de rama en rama y son capaces de cruzar ríos colgándose de ellas y de la cola de otros monos.
Capítulo Cincuenta y nueve
La vicuña
Este animal se encuentra en el Perú. Algunos piensan que lo describió Aristóteles y Plinio, pero no estoy de acuerdo puesto que ellos hablaron de animales cornudos, según se dice, en tanto que la vicuña carece de cuernos. La vicuña gusta de vivir en las montañas, sobre todo en regiones frías y desérticas, cubiertas de nieve y hielo. Anda en manadas.
Los nativos forman grupos de hasta tres mil hombres para cazarlos. Rodean la montaña y poco a poco concentran a los animales en un solo lugar.
En otras ocasiones los atrapan con cuerdas plomadas que los enganchan cuando tratan de huir. El pelaje de la vicuña es fino y tan delicado como la seda. Su color es duradero y no exige tintes.
Su carne no es precisamente sabrosa, pero los indios la comen. Se dice que ponerse un pedazo de carne de una vicuña recién sacrificada es bueno para el dolor de ojos.
Capítulo Ocho
El gorrión de pico largo
Este pájaro, notable por su enorme pico, se llama «xochitenacatl». Es nativo de los lagos y el litoral del Mar del Norte. Su cuerpo es de un palmo y medio de largo [alrededor de un pie moderno], y su pico mide ocho pulgadas (20 cm.) de largo y tres pulgadas (7,5 cm.) de ancho, es decir, casi tan largo como su cuerpo. Es de color azul blancuzco, pero rojo vivo hacia la cola. Sin embargo, a veces cambia de color. El pescuezo es oscuro en su parte superior y claro en la inferior, marcado con anillos coloreados. La cola es negra, con plumas blancas y rojas al extremo. Las patas y dedos son de color gris con manchas azules. Tiene los ojos negros y el iris rosado con un círculo azul a su alrededor. Es ave domesticable, come de todo y es capaz de sobrevivir a dondequiera que se le traslade.
Capítulo Nueve
Otro Xochitenacatl
Esta otra variedad del «xochitenacatl» es del tamaño de una paloma, de pico enorme comparado con su cuerpo, de dorso amarillo y color purpúreo por su parte inferior. Los ojos son negros con iris rojizo. El cuerpo es azul celeste. Habita el litoral del Océano del Sur y se alimenta de los peces que captura.
Capítulo Trece
Pájaro manucodiata
Este nombre significa «ave del paraíso» o «de Dios».
Este pájaro carece de pies y parece colgar del cielo, constantemente en vuelo. Las autoridades no concuerdan en cuanto a su existencia, pero los viajes a las Molucas han revelado que efectivamente existen tales criaturas, conocidas en la antigüedad pero perdidas en el tiempo. En lugar de pies tienen plumas doradas de veinte pulgadas de largo (51 cm.). Si en algún momento dejan de volar, se valen de las plumas para colgarse de los árboles y para abrazarse al hacer la cópula.
***sin traducción***
Capítulo Veintisiete
El zambullidor americano o ártico [Véase imagen del zambullidor americano en la página anterior]
Es ave marina, aproximadamente del tamaño del ganso doméstico. Su pico es plano, de color negro, y sus pies palmeados y localizados hacia la parte trasera del cuerpo. . . Su plumaje es denso, blanco en el pecho y partes inferiores, y negro en la parte superior. . . Un espécimen fue capturado cerca de las Islas Faroe, entre Noruega e Islandia. . . Cría sus polluelos en el agua y rara vez pone pies en la costa salvo en caso de tormenta.. . No es capaz ni de volar ni de caminar.
Capítulo Treinta y tres
El emú
Se encuentra el emú en la Isla de Banda, una de las Molucas. Mide un poco más de cuatro pies (1 m. 22 cm.) al andar erguido.
Su cuerpo está lleno de plumas que le cuelgan hasta los muslos.
A distancia su plumaje se parece al pelaje de oso. Aun cuando parece no tener alas, sí las tiene, si bien ocultas a los lados. Sin embargo, no vuela.
Sus patas y pies tienen como escamas, terminando en tres fuertes dedos con largas uñas córneas.
Con relación a su cuerpo, la cabeza es pequeña. Además, carece de plumas y su color varía de azul a negro. . .
Encima de ella lleva una cresta córnea de color amarillo.
Del pescuezo, más abajo del pico, le cuelgan dos barbas rojas.
El emú tiene algunas cosas en común con el avestruz, aunque esta última solo tiene dos dedos.
En 1630 se estaban transportando dos especímenes por barco desde las Molucas a Holanda, pero perecieron en el camino; sin embargo, su piel se conservó.
Según me dicen, estas aves no se encuentran únicamente en las Molucas, sino también en Sumatra y la vecina tierra firme
Capítulo Treinta y ocho
El pájaro de fragata o rabihorcado (que significa «de cola bifurcada»)
La cola de este pájaro se divide en dos y la bifurcación se puede abrir y cerrar como las tijeras de un sastre; de ahí su nombre.
Capítulo Nueve
El Manatí
Es el manatí una criatura marina, si bien también se le captura en los ríos de la isla La Española.
Es más grande que un tiburón. Cuando llega a grande es muy feo y se asemeja a los odres en que se transporta el vino nuevo. La cabeza es del tamaño de la de la vaca, o aun mayor. Sus ojos son pequeños con relación al cuerpo y tiene dos patitas o aletas cerca de la cabeza, que usa para nadar. No está cubierto de escamas, sino de piel. Es dócil y se alimenta de la hierba a lo largo de las riberas, sin nunca abandonar el agua.
Capítulo Veintiuno
Una especie de tiburón
Esta descripción es de Clusius, que vio un espécimen desecado . . .
Tenía unos tres pies de largo, con una espina de seis pulgadas (15 cm.) que le salía detrás de la cabeza.
Cuando lo vio era gris, pero le dijeron que al ser capturado era de color plateado.
Tiene dos hileras de dientes en cada mandíbula . . . Del cuello para abajo el cuerpo se va estrechando gradualmente hasta terminar en una cola como de ratón. . . Tiene dos aletas para nadar cerca del espinazo y una aleta dorsal que va a todo lo largo del cuerpo hasta la cola.
Capítulo Veintisiete
El pez sierra
A un pez de esta clase los lugareños danle el nombre de «tlateconimichin» (pez sierra).
Los hay de varias clases, y si bien pueden alcanzar un tamaño considerable, estimo que son parientes más cercanos del tiburón que de las ballenas.
Vi un espécimen desecado en Amsterdam, que tenía la forma y color de un tiburón. Tenía seis aletas a lo largo de sus costados. La cabeza termina en un pico largo que tiene veinte o más dientes o espinas a cada lado, asemejándose a un serrucho. El pez entero tiene unos dos pies (61 cm.) de largo.
Este pez se encuentra en el Océano occidental.
Capítulo Sesenta
La caza de ballenas
Esto exige mucha valentía. Cuando ven uno de estos monstruos, una pareja de indios se suban a una canoa. Uno de ellos se zambulle armado de dos o tres cuñas y un mazo. Se aproxima sigilosamente a la ballena y le tapa el orificio nasal con una de las cuñas. Al no poder respirar, la bestia sube a la superficie. Entonces el indio le clava más cuñas en las vías respiratorias, matándolo. Entonces lo amarran a la canoa y se lo llevan a remolque.
Capítulo Sesenta y uno
Gigantes de las profundidades
El Viejo Mundo también tiene sus maravillas. Entre ellas figura la ballena que describió Luis de Granada, que apareció muerta en la costa cerca de Lisboa en 1575. Nunca antes se había visto nada tan maravilloso. La ballena media noventa codos de largo. Su cuerpo era tan grande que dos hombres podían pararse a uno y otro lado sin llegar a verse.
No obstante, Clusius critica los detalles dados, suponiendo que la ballena debe haber sido semejante a otra que fue a parar a la costa, respirando aún, durante una tormenta ocurrida en Holanda en 1598.
La ballena muerta quedó tirada en la playa por espacio de siete u ocho días y atrajo multitud de curiosos. Según algunos, medía cincuenta y dos pies (16 m.) de largo y treinta pies (9 m.) de diámetro, aun cuando no era posible tomarle las medidas con precisión por estar medio enterrada en la arena.
El orificio nasal medía tres pies (91 cm.) de diámetro. Los ojos eran pequeños para un cuerpo tan grande, pues apenas tenían cuatro o cinco pulgadas (10 o 12 cm.) de diámetro. El ombligo se encontraba a dieciséis pies (5 m.) de la quijada. Su pene medía seis pies (1,80 m.) de largo y se encontraba a tres pies (93 cm.). De ahí a la cola había trece pies (4 m.). El ancho de la cola era de trece pies (4 m.). A condición de que se enviara el esqueleto a La Haya para que fuera conservado, el animal fue vendido a comerciantes. En la cabeza se le encontró gran cantidad de espermaceti.
Libro Doce de la Historia Natural, de Nieremberg
Capítulo Uno
La Señora de las Serpientes
Los indios la llamaban «teuhtlacocauhqui», o «Señora de las Serpientes»Los españoles la llaman víbora debido a que se le asemeja en la forma de la cabeza. Mide cuatro pies (1,22 m.) o más y es tan gruesa como un cuerpo humano. Tiene el vientre blanco, escamas por los lados y el dorso oscuro, con rayas claras que le atraviesan el espinazo.
La mordida es mortífera a menos que se le dé pronto tratamiento.
La cola tiene cascabeles, uno por cada año de su vida. Los ojos son negros y de mediano tamaño. La quijada superior tiene dos colmillos curvos, que usa para inyectar el veneno.
Se mueve deslizándose. Los indios las cazan, las capturan y se las cuelgan al cuello.
Los que las crían donde viven afirman que son capaces de vivir hasta un año sin comer nada.
Cuando está herida e iracunda, da una sacudida repentina, hace sonar sus cascabeles y levanta la cabeza para amedrentar a quienes estén cerca. Sin embargo, no muerde a menos que se le provoque.
Capítulo Ocho
La madre de las hormigas, o tzicatlinan
Esta serpiente vive cerca de los nidos de hormigas y las caza cuando salen en ciertas épocas del año. Es la más hermosa de las serpientes, y es inofensiva. Más delgada que un dedo, mide dieciséis pulgadas (50 cm.) de largo. Tiene anillos rojos que alternan con blancos y vive únicamente cerca de . . . climas calurosos. Dícese que su carne, una vez molida y aplicada como emplasto, hace encoger los tumores
***sin traducción***
Capítulo Ocho
El cocotero
El cocotero se parece a la palma, pero da un fruto muy distinto. Le salen doce tallos de una vez, o más, con racimos de frutas como las de la uva en cada uno, pero cubiertas de una gruesa capa. Una vez quitada ésta, la fruta parece un melón, pero con cáscara dura. Recibe el nombre de «coco». Contiene tanto líquido como alimento sólido. El líquido es dulce y la carne, pegada a la superficie interior de la cáscara, tiene un grueso de dos pulgadas (5 cm.) y es como la mantequilla pero más dulce. De esta carne se obtiene aceite como el de oliva. Hace bien a los inválidos.
Capítulo Diez
La granadilla
Se da en las montañas del Perú. Los españoles le dan este nombre debido a su parecido con nuestro fruto, la granada. Este fruto es aproximadamente del mismo tamaño y color, un poco más grande que la pera, con bultitos. La carne es blanca y carece de sabor. La planta se parece a la hiedra y trepa de la misma manera. . . .
Da una flor parecida a la rosa, cuyos pétalos muestran una imagen de la pasión de Cristo. Cuando la fruta madura, está llena de un líquido ácido. Tanto españoles como indios lo beben con gusto: por mucho que se beba no llena, sino que tranquiliza el estómago.
Capítulo Diecinueve
El árbol triste
Este árbol se da por toda la región de las Indias, sobre todo en Malabar. Es del tamaño de un ciruelo, con muchas ramas delgadas. Las hojas crecen a lados opuestos del tallo unas frente a otras y tienen pelusa por el dorso, como las de la salvia.
De la base de la hoja crecen racimos de cinco flores parecidas a las del manzano, pero más perfumadas—es más, son las de mayor fragancia que haya sentido jamás. Son rojizas y los usan los nativos para dar color a la comida, tal como usamos nosotros el azafrán.
Es curioso que este árbol florece con mayor abundancia de noche. Una vez que le da el sol, las flores se caen y el árbol se muestra reseco y marchito.
Capítulo Veinte
La mimosa
Esta planta es de unos tres pies (90 cm.) de alto y crece apoyándose contra paredes o árboles cercanos. Sus tallos son delgados con follaje de verde intenso y espinas cortas y puntiagudas.
El nombre de mimosa surge del hecho de que, al tocársele, se retrae. Se recupera cuando uno retira la mano. Es de naturaleza contraria al árbol llamado «lúgubre» o «siniestro», ya que de noche se encoge y reseca, para reanimarse cuando sale el sol; se va fortaleciendo según recibe más luz solar y sigue el curso del sol en su movimiento diurno. Su sabor es semejante al regaliz y los nativos mastican las hojas para aliviar la tos, descongestionar el pecho y aclarar la voz..
Capítulo Treinta y dos
El teomatl, indicator de vida o muerte
Cuentan la historia de una mujer que en el año 1562 trabajaba de sirvienta para un noble español [el Conde de Nieva] en Perú. El esposo estaba gravemente enfermo. Viendo su tristeza, un indio le preguntó si deseaba saber si él moriría o se reçuperaría. El indio dijo que le traería una planta al hombre y la colocaría en su mano izquierda. Si se fuera a recuperar la planta se mostraría más vivaz mientras más tiempo la sujetara. Si se fuera a morir, la planta se marchitaría. Cuando le trajeron la planta al enfermo, tan pronto la tuvo en sus manos se mostró tan enfermiza que la mujer, temiendo que muriera de inmediato, se la quitó y la tiró al suelo. El hombre murió pocos días después.
Capítulo Treinta y tres
El ayohtli, o calabaza de Indias
Crecen en enredaderas como las uvas. Tienen flores blancas en forma de copas alargadas.
Hay muchas variedades.
- El tzilacayotli, o calabaza de matraca
- El zticayotli, o calabaza pálida. Es muy comestible.
- El tamalyotli, cuya piel es anaranjada y cuya carne es blanca. Se usa para tratar hemorroides e inflamación del ojo.
- El tzonayotli, o calabaza peluda.
- El yztacayotli [Iztacayotli en el náhuatl normal], que posee una carne blanca y fibrosa.
Hay otras variedades tales como el atecomatl que no son comestibles. Los indios las usan para transportar agua.
Capítulo Treinta y cinco
La tuna [o «pera espinosa»]
Este árbol es de forma irregular. Tiene espinas en el tronco, la fruta y sus gruesas hojas. Los haitianos lo llaman tuna y los mexicanos nochtli. Las hojas son abundantes y crecen unas de otras. Al caer al suelo, la hoja echa raíces y produce otra mata. El fruto es de sabor agradable, rojo y lleno de espinas que las mujeres usan como agujas.
Ha sido introducido recientemente al Viejo Mundo, donde se ha vuelto común, pero solo da fruto en las Indias.
Las distintas variedades se distinguen por el color de sus flores, que varían desde blancas a amarillas a anaranjadas y rojas. Algunas tienen hojas gruesas, y otras, delgadas. Varían mayormente en la forma y color de su fruto.
Entre las que se encuentran en México figuran:
- El yztacnochtli [náhuatl normal = iztacnochtli = pera espinosa blanca] con fruto blanco y redondo
- El colnochtli, con fruto pálido y flores amarillas.
- El atlatonochtli, con fruto de blanco a rojizo y hojas estrechas y más bien moradas.
- El tapalnochtli o pera espinosa amarilla
- El cacnochtli o pera espinosa del bosque
- El tzaponochtli, o pera espinosa bananera
- El xoconochtli, o pera espinosa agria
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